En casa tenía unos cortadores de papa Noel y renos que aún no había estrenado y fue la ocasión perfecta para utilizarlos. Me puse manos a la obra siguiendo mi receta de siempre y en un par de tardes las tuve finalizadas.
LLevo más de dos años haciendo galletas decoradas y me doy cuenta que en algunas ocasiones aún se me sigue revelando la glasa como si tuviera vida propia. No os voy a mentir porque pillarle el truquillo es difícil pero a medida que vas practicando aprendes a manejarla con más precisión.
Algunas de las cosas importantes que he ido aprendiendo durante este tiempo y que quizás os puedan servir de ayuda son las siguientes:
- Lo mejor es planificar perfectamente que galletas vamos a hacer y que colores vamos a utilizar detallando cuáles necesitaremos en una consistencia de delineado y cuáles de relleno. Esto nos permitirá preparar una cantidad más justa de glasa y después no tendremos contratiempos.
Recordar que estas dos consistencias son diferentes porque la primera la utilizaremos para detalles más precisos (por ejemplo los cuernos y collares de los renos) y deberemos aplicarla con boquilla y manga pastelera. Para que os hagáis una idea su textura nos recordará a la densidad que puede tener la pasta de dientes.
En cuanto a la glasa de relleno se utiliza para cubrir superficies más amplias (por ejemplo el gorro y la barba de Papa Noel), esta nos recordará a la consistencia que puede tener un yogur griego y será necesaria aplicarla con un biberón de repostería.
- Os aconsejo utilizar la glasa el mismo día que la elaboramos ya que es cuando funciona mejor para aplicarla. También la podemos dejar en la nevera pero no recomiendo más de uno o dos días porque a medida que va pasando el tiempo va perdiendo consistencia y se vuelve cada vez más líquida.
- Cuando la preparemos deberemos cubrir el bol que vayamos a utilizar ya sea con una tapa (como la que lleva de accesorio la Kmix o KA) o sino con un trapo porque sino se seca muy rápidamente. Si nos va a sobrar podemos congelarla perfectamente durante unos meses.
- Para su conservación en nevera o frigorífico es importante que esté bien tapada con papel film tocando la superficie y además cerrada en un taper lo más herméticamente posible.
- Para trabajar con ella debemos sacarla de la nevera unos minutos antes para que vaya cogiendo temperatura ambiente. Si la utilizamos muy fría no va a fluir como es necesario y por ejemplo si delineamos contornos pueden salir algo desfigurados y será más complicado manejarla.
- El teñido de la glasa lo podéis realizar con colorantes en gel. Existen diversas marcas y algunas mejor que otras según dicen pero en mi caso utilizo Wilton porque es la que siempre encuentro más fácilmente en las tiendas especializadas. Otra de las que quiero probar porque me la han recomendado es Americolor.
Los colores rosa, azul, verde o carne precisan menor proporción de colorante y con una pequeña gotita será suficiente para lograr el matiz deseado.
- Es importante tener en cuenta que la glasa cuando está teñida va cogiendo una tonalidad más fuerte a medida que va pasadando el tiempo y lo que nos parece un color más pálido o pastel luego se transforma un poco.
- Cuando esta pintada la galleta la glasa suele tardar bastantes horas en secarse pero una buena opción es utilizar un deshidratador de alimentos ya que en 20 minutos las tendremos listas y además la galleta se conservará más crujiente y menos húmeda.